Deconstruyéndo el Sistema de Género

 

Por Nadia Velmore

 El Sistema de género como una herramienta de opresión del patriarcado afecta diferentes áreas del tejido social. Entendamos el contexto y veamos cómo hombres y mujeres hemos sido víctimas de éste.

 El sistema de género fue importado por los conquistadores europeos al nuevo mundo. Ha pasado de generación en generación en gran parte del mundo. Para entender la estructura de poder que es el sistema de género es necesario entender la diferencia entre sexo y género. El sexo con el que nacemos es una característica biológica, mientras que el género es el conjunto de reglas que definen, cual será el comportamiento apropiado para ambos sexos. Es decir, un conjunto de roles culturales que cambian con el tiempo. El género igual que otras ideologías ha sido creado a través de la historia de la humanidad y por tanto, puede ser cambiado por sus protagonistas.

 Sin embargo, el sistema de género ha modelado las estructuras sociales en las que vivimos desde la economía, pasando por las estructuras de gobierno y la política llegando hasta nuestra vida diaria. Es así como el capital masculino ha forjado características masculinas como valentía fortaleza física y egocentrismo. Mientras que las mujeres han encontrado sumisión, obediencia y opresión como sinónimo de feminidad.

 El sistema de género comenzó definiendo los patrones de hombres y mujeres dentro de la familia, creando roles y estereotipos para el entendimiento y la convivencia en el núcleo familiar. El hombre como proveedor y defensor de su territorio y la mujer como herramienta de procreación y crianza de su descendencia, de esta forma se van segregando los roles de cada género.

 El sistema de género también da paso a las inseguridades masculinas, donde la hombría tiene que ser probada y mostrada hacia otros miembros del género, surgen teorías como el patriotismo y el trabajo arduo como definición del género masculino dejando a  la mujer solamente como un accesorio al servicio del hogar. La interacción entre ambos sexos fue esculpida por la balanza del opresor y el oprimido.

 Una vez que hemos entendido que tan largo es el tentáculo del sistema de género, veamos como lo vemos reflejado hoy en día en la sociedad. El sistema de género permea dentro de la estructura gubernamental, un ejemplo muy simple en México es que nunca ha sido electa una mujer como presidenta ¿Es acaso que en 210 años que tiene el país de independencia no ha habido una mujer con la capacidad para ser presidenta? o ¿Es acaso que el sistema de género ha relegado a las mujeres a cuidar del hogar? La respuesta es esta última.

 Tomando el mismo estereotipo generado desde los inicios del sistema de género “las mujeres para procrear y criar a su descendencia” se ha observado que una vez que la mujer decide tener hijos, generalmente abandona la fuerza laboral, ya sea por falta de apoyo de la pareja, el gobierno o ambos ¿Será que la economía y el nivel de escolaridad de nuestro país puede subsidiar que solamente el padre de familia trabaje y el sueldo sea suficiente para mantener a la familia? La respuesta seguramente usted lector ya la sabe, y es solamente un pequeño porcentaje de la población con un alto grado de estudios puede hacer esto. De acuerdo al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) cada año se pierden 240 mil millones de pesos por no incorporar a las mujeres al sistema laboral mexicano.

Y entonces ¿Qué pasa con el resto de la población? Sencillamente la clase vulnerable es condenada a vivir en la vulnerabilidad, por al menos otra generación repitiendo el patrón, ya que el gobierno no ofrece suficientes políticas para ayudar a la familia con estancias infantiles, entonces, la mujer estará destinada a cuidar a los hijxs y al haber solamente un proveedor que difícilmente tendrá escolaridad superior a secundaria en la mayoría de los casos, la conclusión ya la sabemos, la vemos y la vivimos a diario y es la pobreza.

 Pero observemos como el sistema de género ha afectado a otras áreas de la sociedad, analicemos el sistema de salud. Cuando un paciente con diferente orientación sexual llega a donar sangre al hospital, automáticamente se asume que dicho paciente es promiscuo y carga el virus del VIH. En algunos casos aceptarán la donación de sangre, pero ejecutarán la prueba del VIH ¿Por qué? Porque el sistema de género en el que todos vivimos solo asume dos géneros, masculino y femenino.

Otro género diferente al establecido se asume que es una aberración a la norma, por lo tanto, esta persona será tomada como fuera de la normal y etiquetada como promiscuo. Promiscuo define a alguien que tiene múltiples parejas sexuales. Estoy segura que todos tienen una historia de infidelidad que contar, ya sea de hombres o mujeres, entonces ¿Por qué solamente las personas con diferente orientación sexual se asume que cargan el virus del VIH? La respuesta ya la mencioné, el conjunto de reglas llamado sistema de género.

 

Un ejemplo más es la forma de legislar y otorgar derechos a la mujer, sabemos que la mujer puede tener una licencia de maternidad de 84 días naturales, la cual es subsidiada por el sector social mientras que la licencia de paternidad es subsidiada por el patrón y en el mejor de los casos llega a 15 días. Es aquí, donde observamos la segregación de roles y el sistema de género en acción ¿Acaso los flamantes padres no podrían ayudar con la crianza de su descendencia? O ¿Acaso el sistema de género demanda al hombre como proveedor, por lo tanto, el gobierno hace más difícil que haya una licencia de paternidad y pone la carga del salario en el patrón?. Entonces, la mujer cumplirá su destino como procreadora de vida y encargada de la crianza lo quiera o no.

 Podríamos mencionar múltiples áreas donde el sistema de género ha dañado la economía, la política, el gobierno y el tejido social entre otros, pero quizás nunca acabaríamos de nombrarlos. Sin embargo, si entendemos cómo el sistema de género ha definido el pasado de la humanidad, podemos predecir el futuro de ésta, cambiando el sistema de género día a día educando mejores seres humanos y deconstruyéndonos como individuos.

 

 

Referencias

Lerner, Gerda. The Creation of Patriarchy. E-book, New York: Oxford University Press, 1986, https://hdl-handle-net.i.ezproxy.nypl.org/2027/heb.00482. Accessed 17 Oct 2020.

 

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