¿Libertad de Cátedra o Machismo?
En semanas anteriores se hizo viral el video de un profesor de una conocida universidad privada. Se ve que está dando clases solo a los hombres porque las mujeres no asistieron por el paro del 9 de marzo. En el video se escucha que dice lo siguiente:
“Van a investigar, y ahí le pasan la tarea a las chavas, no vayan a ser envidiosos. Yo voy a hacer una pregunta antes bastante justa, equitativa y constitucional. ¿Cuándo es el Día de los Hombres? ¿Cuándo tienen ustedes derecho a faltar, sin que se les ponga falta? Yo desconozco. ¿Dónde está la equidad de eso? No estoy siendo sarcástico, lo acabo de comentar en un foro de alto nivel”
“¿Y nos van a dar chance ese día de faltar, ir a echar desmadre y vomitar, ponernos briagos?”, indaga y cuando le contestan negativamente, continúa: “¿Y entonces por qué pueden faltar? A mí me parece esto discriminatorio, nos están viendo como gatos de bajo pelaje”
Esto fue la parte que se viralizó en redes, pero la segunda parte del video fue aún peor:
“Todas las pendejadas que puede decir uno cuando no hay compañeras, ¿por qué no hacemos clases nada más así? y que nos valga madre todo, ¿no? Yo soy de esa pinche idea, para que lo vayan promoviendo, si no, córtenle su pinche Internet”.
Ya ni siquiera hubo necesidad de explicar que había una segunda parte, pues se desató una ola, de comentarios por parte de alumnos, ex alumnos y otros usuarios. Se volvió tendencia.
¿Quién es este personaje?
Su nombre es Alfonso Gómez Portugal, notario 162, profesor hasta marzo de la materia de Obligaciones en la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana. Miembro de la Comisión de Equidad de Género del Colegio de Notarios del Distrito Federal, y a quien muchos testimonios han dicho que tiene además una larga trayectoria de misoginia y hostigamiento laboral. Pero también otros han defendido sus clases y su calidad como persona.
De ninguna manera se pone en duda la calidad ni el nivel académico de la escuela nuestro país. Lo que es de llamar la atención son todos los comentarios, afirmaciones, quejas, y testimonios de alumnos, alumnas, ex alumnos y ex alumnas no solo centrados en el profesor en cuestión sino de manera general al claustro, y a la institución.
Relatan sobre como profesores de facultades como la de derecho, medicina o ingeniería han insultado, faltado al respeto, pidiendo a alumnas que se vayan a estudiar al ESDAI (Escuela de Administración de Instituciones), comentando en exámenes orales que, aunque se vistan como prostitutas no las aprobaran, pero eso si pidiendo faldas cortas para aprobar. Comentarios de discriminación económica, racial y de género. Esto sin la aparente respuesta de las autoridades escolares hasta este caso como consecuencia de la publicidad que logró.
Destaca también el miedo generalizado a no denunciar, la complicidad y la falta de acciones ante casos similares.
Pero lo que hay que reflexionar es hasta donde llega libertad de cátedra y la libertad de expresión por parte de los profesores. La pedagogía del miedo para forjar un carácter como justificación de ciertas palabras y tratos de cualquier docente.
¿Hasta dónde tiene que llegar un caso para que las autoridades escolares inicien algún tipo de acción a favor de un estudiante? Y no solo en esta universidad pues no hay que olvidar que también se presentaron casos de comentarios machistas en la UNAM, Universidad de Sonora, Universidad Autónoma de Chiapas, Universidad Autónoma de Nuevo León, y la Universidad del Valle de México.
Que a partir del movimiento en el año 2020 otras más como la Universidad Iberoamericana o el ITAM tuvieron que implementar acciones y dar soluciones ante los tendederos de denuncias de docentes y los propios alumnos.
¿Cómo podemos pretender un cambio de pensamiento en un país tan machista con el nuestro? ¿Si desde la institución que debería educar, se dan este tipo de prácticas y comentarios?
¿¡Que pasa con los compañeros que callan, o que imitan esta conducta? ¿Hasta cuándo se va a actuar siempre y no solo porque algo se hizo viral?
Aquí algunas sugerencias sobre posibles soluciones que se podrían implementar dentro de las universidades y otras instituciones educativas:
- Apertura al dialogo: no se trata de adoptar un sistema proteccionista, pero si justo donde se investigue de manera segura y anónima cualquier caso.
- Instalación mecanismos de queja y de denuncia efectivos.
- Realización de procesos de selección del claustro académico que aseguren la calidad de su personal.
- Manuales de género para docentes y capacitación constante.
- Que materias de derechos humanos se impartan en todas las carreras no solo en derecho.
- Evaluación a periódica a profesores en materia de derechos humanos.
No se puede a estas alturas, seguir permitiendo que nadie por muy reconocida trayectoria profesional que tenga, o los grados y títulos que ostente, haga comentarios machistas, discrimine, humille, o intimide a ninguna mujer o persona.
Siempre hay alguien que levantara la mano y no se callará, siempre hay una cámara, un audio o un grupo de personas que estén hartas y quieran luchar por defender sus derechos. Y esto aplica no solo a las universidades sino a las empresas, hogares, grupos de amigos, y cualquier lugar donde no se respete a una mujer o a una persona.