Soy Masculino o Macho

 

Ahora escuchamos masculinidad tóxica, masculinidad, masculinidad hegemónica (este ni siquiera lo conocía hasta ahora), normalmente es un concepto que asociamos con las cosas del hombre o que se ve para hombres.

Pero para comenzar debemos de saber a qué se refieren las definiciones para entenderlas ya junto con los adjetivos que les han puesto últimamente. Me encantaría decir que todos sabemos a qué se refieren con este concepto, pero en realidad no es así, solo pareciera que lo tenemos.

Luis Bonino (1) define a la masculinidad como “una arbitraria construcción social resultante de la organización patriarcal y de dominio masculino en las relaciones de género (…) está compuesta por un conjunto de valores, definiciones, creencias y significados sobre el ser, deber ser y no ser varón, pero, sobre todo, de su estatus en relación con las mujeres”.

Es decir, se trata de algo que como, el concepto de “lo femenino” es creado por la misma gente a lo largo de los años y que ha perdurado en la historia y ha sido heredado por generaciones hasta que se pierde y se mantiene por años como fijo.

Evoluciona con el tiempo, antes lo masculino podía ser un hombre vestido de traje, en la ciudad, por ejemplo, pero también un hombre que vive en el campo sería muy masculino si puede mantener a su esposa y sus 5 hijos. Se trata de pensar como hombre o comportarse como lo que la sociedad considera como tal por lo que no significa que es una percepción correcta, simplemente es aceptada. Es una percepción de poder, dominante, sexual, rudo, competitivo que incluso si una mujer posee estas características se le considera “masculina”.

Lo preocupante del concepto es que tiene muchas consecuencias incluso en la salud. Según el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los roles, normas y prácticas de género impuestos socialmente a los hombres refuerzan la falta de auto cuidado y el abandono de su propia salud física y mental.

Este concepto de masculinidad, o "machismo", como se lo conoce en las Américas, conlleva tres riesgos generales: riesgo para mujeres y niños, en forma de violencia, infecciones de transmisión sexual y falta de responsabilidad compartida en el hogar; riesgo para otros hombres, como accidentes, homicidios y otras violencias; y riesgo para uno mismo, en forma de suicidio, accidentes, alcoholismo y otras adicciones.

Hay diferentes tipos de masculinidades de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos:

Masculinidad hegemónica: en donde sus integrantes se caracterizan por ser personas importantes, independientes, autónomas, activas, productivas, heterosexuales, y a nivel familiar proveedoras y con un amplio control sobre sus emociones.

Masculinidad subordinada: algún o algunos rasgos de la masculinidad dominante están ausentes; se trata de hombres que no son tan fuertes, cuya capacidad económica no es grande, no comparten rasgos como el autocontrol emocional, pertenecen a una minoría, y no se identifican con el estereotipo o prototipo masculino hegemónico.

Masculinidades alternas: Algunos hombres, al analizar las masculinidades anteriormente señaladas, han llegado a la conclusión de que no desean ejercer ninguna de ellas; que, por el contrario, están dispuestos a analizar y elegir otras conductas, características y actitudes nuevas. De ahí que actualmente haya hombres que toman lo bueno de una y otra forma, obteniendo la posibilidad de elegir cómo relacionarse con otros; reconociendo que la relación no debe ser necesariamente violenta ni implicar atracción sexual; respetar el derecho a definir la preferencia sexual; asumir que los hombres tienen derecho a experimentar los mismos sentimientos que las mujeres y de igual forma evaluar positivamente la amistad entre hombres

El machismo este término incluye una serie de comportamientos estereotipados de supremacía masculina, de dominio y control, cuyas manifestaciones son diversas y tienen impacto diferenciado en las personas a quienes se dirige. Pueden ser sutiles, como sugerir la comida o vestimenta para alguien, o extremos, como forzar a otra persona —a través de algún tipo de violencia— a realizar conductas no deseadas justificando de cualquier forma la agresión.

Como podemos ver con estos conceptos de masculinidad, se trata de conceptos que pueden ir evolucionando desde una percepción hasta un tipo de violencia. De cualquier forma, afectan tanto a hombres como a mujeres. Pero aquí algunas sugerencias para intentar romper con estas ideas:

  • Hazte consciente, quizá este paso es el más difícil, pero si lo piensas de manera activa, es cuando lo puedes cambiar. Desde que te vistes hasta cuando realizas alguna actividad piensa si no estas teniendo una conducta que catalogues como masculina. Seas hombre o mujer.
  • Fomenta el dialogo, si ya te diste cuenta que algo está mal y debes cambiarlo, habla con tu circulo cercano, es parte de romper el estereotipo y lograr que se difunda.
  • Involúcrate en actividades de cuidado en casa, así también pones el ejemplo si es que hay niños y niñas o algún otro hombre.
  • Descubre tu cuerpo y tu sensibilidad. Estamos acostumbrados a que los hombres sean duros y fuertes, así que no pasa nada si experimentas y de pronto haces una actividad que por estereotipo no sea considerada masculina.

Recuerda que, para cambiar la sociedad y el exterior, primero lo tenemos que hacer con una o uno mismo y en casa para romper con paradigmas y poner ejemplos. Poco a poco se extenderá el efecto y se logrará el cambio.

 

 

 

 

Referencias

1 http://www.luisbonino.com/  es psicoterapeuta y experto en las problemáticas de la condición masculina.

2 Organización Panamericana de la Salud (OPS) https://www.paho.org/hq/dmdocuments/2010/manualFinal.pdf

3https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/Programas/Ninez_familia/Material/trip-respeto-dif-masculinidades.pdf

 

 

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