¡Querida Futura Mamá!

Por: Patricia Guzmán  @Pat0gp

Cuando era pequeña, yo como miles de niñas más jugaba con mis muñec@s a ser mamá; cuando crecí se convirtió en una de mis ilusiones más grandes, e incluso en mi proyecto de vida. Al convertirme en mamá la realidad superó a la expectativa, y en honor a eso comparto esta carta para todas las futuras mamás que viven con la ilusión de una maternidad idealizada:

Querida futura Mamá:

Sé que ha sido un camino de gran ilusión (o no); que has crecido y desarrollado cada día más el llamado maternal de la naturaleza humana (o no); que has pasado noches enteras soñando con ese pequeño ser de carne y hueso entre tus brazos (o no). Sé que la presión social, y/o el reloj biológico no son buenos aliados en este camino (o no). Pero, hoy quiero darte la tranquilidad que no hay mejor tiempo que el tuyo, porque cada bebé llega en el tiempo correcto para la familia a la que pertenecerá.

El camino hacia la maternidad es incierto, pero la maternidad en sí será la experiencia más retadora de toda tu vida, desarrollarás capacidades extra humanas de sobrevivencia, y convivencia. Aprenderás a dar vida poniendo la tuya misma al servicio de alguien más, vivirás las experiencias más insólitas al tratar de entender a un pequeño ser, y generarás la capacidad de resiliencia más grande para ti y los tuyos. Serás la heroína del cuento, y muchas veces más la villana.

 Quizá hoy pienses en la maternidad como un momento de paz, amor y consolidación de la vida familiar, pero la realidad es que no es del todo cierto. La llegada de un nuevo integrante de la familia traerá retos importantes para todos.

Ser mamá trae consigo mucho más que el procrear a un nuevo ser. Los primeros días será cansado cambiar las rutinas de sueño en casa; mamá se dedicará en cuerpo y alma en el crecimiento y alimentación del bebé, pasarás días en que darte un baño, y cambiarte de ropa será el ritual más esperado de todo el día (aunque pienses que no te pasará, ¡Pasará!). Aprenderás a comer con una mano, mientras sostienes a tu bebé con la otra. Perderás el pudor para alimentar a tu bebé en público. Olvidarás el concepto de privacidad, y por varios años la política de puertas abiertasaplicará también a tus idas al baño, aunque casualmente sea también el baño en ocasiones tu mejor refugio para desconectarte de todos. Conocerás el poder de las hormonas, que te llevarán de la felicidad extrema, al enojo, y llanto en tiempo record, habrá ocasiones que te pueda preocupar incluso que tu bebé haya tomado una siesta más larga de lo esperada, o que algo inhóspito pueda sucederle en los siguientes 5 segundos. Tardarás algo de tiempo en recuperar tu identidad en lo que te reencuentras y reconcilias con tu nuevo cuerpo, y aprendes a reconocerte como “la mamá de…”. También, extrañamente, podrás sentir una gran soledad al ver un cambio en tu vida social, y antes de que puedas conectar con tu nuevo estilo de vida.

Por otro lado, no habrá día que al ver a tu bebé no te maraville la grandeza de la naturaleza. Habrá días que el cansancio se irá con una sonrisa, con las primeras carcajadas, o las primeras palabras. Entenderás por fin el concepto de amor incondicional en ese pequeño nuevo ser, y valdrá la pena todo sacrificio por verl@ feliz y plena.

La maternidad será para toda la vida. Vive tu momento, el que tú decidas que sea. Aprovecha tu espacio y tu tiempo. Vive en el presente, cuando llegué el momento prepárate y disfrútalo tal cual es, todo es temporal, nada es para siempre.

Futura mamá, recuerda siempre la ilusión de tu camino hacia la maternidad, y lleva a cabo una maternidad más en consciencia contigo misma.

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¡Feliz día de las Madres!  A todas las mamás que día a día trabajamos por criar a mejores seres humanos, y en nuestro propio empoderamiento, en las que encontramos en nuestros hijos el mejor motor para sacar el mayor potencial de nuestras capacidades hasta en los días más complicados.

 

 

 

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