¡Dale intención a tu privilegio!

 

Por: Nadia Velmore  @Nadiamaria_velmore

Recientemente he visto múltiples posts y platicas sobre privilegio. Pero ¿Qué es el privilegio?  ¿Tienes que sentirte avergonzado de tener privilegio? ¿Cómo darle intención a tu privilegio?

Según un estudio sobre inequidad social, privilegio se refiere a las ventajas, beneficios u oportunidades sociales que un individuo tiene de acuerdo con la identidad social del grupo al que pertenece. Históricamente estos grupos han ocupado posiciones dominantes por encima de otros grupos algunos ejemplos de ellos son: hombres, hombres blancos, heterosexuales, cristianos, personas en una posición económica superior, entre otros. En algunos casos este privilegio es adquirido por opresión y supresión de las minorías. En otros casos, algunas personas nacen con o dentro de un privilegio. Ya sea, un privilegio de género, geográfico, color de piel, o posición económica etc.

 Siguiendo esta definición podemos encontrar varios privilegios. Veámoslos a partir de los ojos de la historia de México. Desde la conquista, los conquistadores al ser el grupo opresor obtuvieron privilegios sobre los indígenas conquistados. Dentro del grupo de los conquistadores también existían privilegios y estos se denotaban a partir de las castas. Este sistema se refiere al color de la piel y la descendencia del individuo dependiendo de la nacionalidad de los padres y el color de la piel. Este terrible sistema dejo marcado a la sociedad mexicana. Una sociedad que prefiere la piel blanca por encima de la piel obscura. Creando lo que ahora llamamos “malinchismo”.

 

El privilegio por excelencia es el privilegio de género, aquel que tienen los hombres versus mujeres. Lo vemos reflejado en la cultura machista del país y el creciente numero de feminicidios. En el área laboral los hombres tienden a ser preferidos para una posición por encima de una mujer incluso más capacitada que su opuesto.

 

 

 

 

 

Existen también privilegios de acuerdo con el estatus socioeconómico. Un ejemplo que todos conocemos es el del sistema de salud pública. México cuenta con un sistema de salud pública al cual todo mexicano tiene acceso, sin embargo, es bien sabido que la demanda lo rebasa, por lo tanto, el cuidado hacia los pacientes es muy pobre. Largas filas, negligencia medica, tiempos de espera de hasta dos o tres meses para acceder a especialistas, son algunos de los problemas que todos conocemos. Sin embargo, las personas que cuentan con un poder socioeconómico más alto podrán acceder a un hospital privado, donde no tendrán que sufrir ninguno de estos problemas, para muchos pacientes esto representara la vida o la muerte.

Los privilegios por orientación sexual un ejemplo de ellos son los que gozan los heterosexuales. Una persona heterosexual puede expresar afecto por su pareja en cualquier lugar sin experimentar miradas lascivas u ofensas. Mientras que una persona con diferente orientación sexual no tendrá la misma libertad de expresar lo que siente por su pareja.

La gran mayoría de las personas cuentan con un privilegio por encima de otra. Pero ¿Qué hacer cuando el privilegio es inherente a ti? Ya sea por tu raza, color de piel, género, nacionalidad, estatus socioeconómico, condición de salud, edad, apoyo financiero etc.

 Lo primero es no invisibilizar o negar el privilegio que se tiene. Reconocer el privilegio que se tiene te da ventajas por encima de otros y es necesario aceptarlo como tal, ya que de lo contrario seguimos perpetuando la inequidad. Un estudio hecho por la universidad de Harvard encontró que el 55% de las personas blancas en Estados Unidos niegan tener un privilegio por encima de otras personas y de hecho mencionan sufrir discriminación racial. A esto se le llama “ceguera del privilegio” el psicólogo Taylor Philipps de la Universidad de Nueva York afirma que se debe a que los seres humanos tienden a creer que su experiencia es la misma que la de todos, porque aceptar lo contrario sería restarle valor a lo que han logrado.

 El hecho de que tú tengas un privilegio por encima de otros no demerita lo que tú has hecho o trabajado. Darle intención a tu privilegio provocará que creemos una sociedad igualitaria, con las mismas oportunidades para todos. Si bien es cierto el cambio social no pasa de un día para otro, también es cierto que sí todos aceptamos nuestra responsabilidad sobre lo que somos y lo que tenemos, a la larga las pequeñas acciones de cada persona van generando un cambio masivo.

 

 

"A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar; pero el mar sería menos sí le faltara una gota" decía la Madre Teresa de Calcuta.

 

 

 

 

 Una vez reconocido este privilegio piensa ¿Cómo puedes abrir la puerta para que otros puedan acceder a las mismas oportunidades que tú tuviste? ¿Cómo puedes usarlo para construir una sociedad mas igualitaria?

Rodéate de personas que puedan ayudarte a entender como usar este privilegio para mejorar la calidad de vida de otros. Acércate a las personas que viven en circunstancias diferentes escucha que es lo que necesitan de ti y como puedes ayudarlos. No pongas la responsabilidad en nadie más, tú te has beneficiado del privilegio con el que cuentas, aún cuando no hayas escogido tenerlo. Aceptar la responsabilidad de tener un privilegio implica escuchar sin debatir y dar sin esperar a cambio. Ahora es tu turno de abrir la puerta para los que no hubieran podido abrir esa puerta aún teniendo las capacidades necesarias para abrirla.

 

 

 

 

 

 

 

 

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